En Seúl, sobre hojas secas, Cameron y Zapatero corren juntos. El presidente inglés suda una camiseta que proclama a su isla como eje del mundo. El presidente español se abriga con los colores de su país, que está pasando frío. Cameron y Zapatero corren, corren. Tratan de darse prisa. No saben cuál de los dos llegará antes a los próximos recortes sociales. En la línea de meta, mientras tanto, sonriente, consumiendo isotónicas, Rajoy aguarda para dar el relevo. Se siente muy capaz de superar sus marcas.