3 de enero de 2011

C'est l'argent, mes amis

En París, qué duda cabe, hay suburbios. Pero los barrios ricos de París no son simplemente ricos: son parisinos, lo que es mucho peor. En el barrio 16, los vecinos que pasean a sus perros desafían la lógica anatómica. Esto es, sujetan las correas manteniendo los brazos por detrás de la espalda. Sólo alguien del barrio 16 es capaz de ejecutar semejante escorzo sin sufrir lesiones dorsales. Tampoco los bares y cafés se conforman con ser tales: sus respectivos nombres los elevan hacia categorías epistemológicas superiores. En el Boulevard de Port Royal, una de las cervecerías más concurridas se llama L'Académie de la Bière. En una esquina de la Avenue des Gobelins, reluce el letrero de este café: Le Canon des Gobelins. No sé si dejar una propina o mi diploma de doctorado.