15 de enero de 2011

Léxico y democracia

Estados Unidos, símbolo de la democracia contemporánea, no necesita golpes de Estado para amenazar sus instituciones. Le basta con los magnicidios (llevan cuatro presidentes asesinados) y alguna que otra matanza aparentemente inconexa. Como la que dejó herida de muerte a la congresista demócrata Gabrielle Giffords, que estaba dando un discurso, además de acabar con un juez federal y otros cinco ciudadanos. En vez de democracia dañada, lo llaman violencia social. O individuo perturbado.

14 de enero de 2011

Spleen de Nokia

Mi nueva maravilla se enciende. Suena una música. Puedo elegir destinos sobre un fondo azul. ¿Deseo Ir a? ¿Busco Emoción? ¿Necesito Guía? ¿Crearé Mensajes? ¿Quiero Más? Me aburro.

13 de enero de 2011

Trato hecho, Ratz

El Santo Papá Ratzinger advierte: «La educación sexual amenaza la libertad religiosa». Ojalá tenga razón. No sería mal trato después de que, durante tanto tiempo, la educación religiosa haya amenazado la libertad sexual.

12 de enero de 2011

El tercer puño

ETA no ha dicho que se disuelve: anuncia un reciclaje. No se desarma: sugiere que no usará las armas que sigue teniendo. Ni siquiera lamenta haber asesinado a mil personas. Me parece insuficiente para dialogar. Pero, si ETA entregase las armas, ¿por qué no aceptar una verificación internacional? ¿Qué patriotismo mal entendido obligaría a rechazar esas colaboraciones? En un mundo globalizado, ¿por qué un Estado democrático se sentiría usurpado si otras democracias participasen en el fin de una banda terrorista? Observo el vídeo del comunicado. La filmación y el decorado parecen más antiguos de lo que son: un déjà vu histórico. Hay tres encapuchados. Habla el del medio. «La solución llegará», recita, «a través de un proceso democrático que tenga la voluntad del pueblo vasco como máxima referencia». Si la voluntad popular vasca es expresable democráticamente, ¿en nombre de qué ejecutaban el proceso armado? El encapuchado de la derecha está inquieto. «ETA no cejará en su esfuerzo y lucha», concluye el del medio, «por impulsar y llevar a término el proceso democrático». Entonando sus vivas, los tres encapuchados alzan un puño. Cuando los otros dos lo bajan, el de la izquierda lo deja levantado.

11 de enero de 2011

María Elena se cae para arriba

Si de verdad ha muerto la poeta, compositora y multimusa María Elena Walsh, entonces ha muerto la infancia de muchos. Afortunadamente, en el famoso reino del revés la abuela Walsh es una niña que se cae para arriba y toma té por los pies. Así la boca le queda libre para seguir cantándonos.

10 de enero de 2011

El arte de golear

Dos célebres culés se han pasado todo el año sin decirnos si continuarán en sus cargos: Guardiola y Zapatero. Uno, porque se cansa de golear. Otro, porque está harto de que le metan goles.

9 de enero de 2011

Esperando a Godot

Cierta vez fui a París con la intención de documentarme para una novela que no escribí jamás. Me interesaba saber cómo habían vivido los universitarios la euforia y progresiva decepción del Mayo Francés. Acudí a la Sorbona para hablar con un profesor español apellidado Redondo, que llevaba media vida trabajando allí. Busqué su departamento, me acerqué a la secretaría y pregunté por él. «Monsieur Redondó», me contestó una señorita detrás de una pantalla, «est en retrete». «Ah», sonreí satisfecho, «moi je l’attends». La señorita me miró como se mira a un dadaísta. «Mais il est en retrete», repitió. «No se preocupe», insistí en mi cómico francés, «será un placer esperarlo». Al ver que mi interlocutora se quedaba petrificada, me pareció aconsejable consultar mi diccionario. En él no encontré retrete alguno, pero sí retraite: jubilación, retiro. «Merci beaucoup», me despedí abochornado. Cada vez que vuelvo a París recuerdo aquel malentendido, ya irrepetible. No porque uno haya progresado con el idioma. Sino porque, por entonces, ni el Gobierno francés ni el español habían decidido jubilar a la gente a los 120 años.

7 de enero de 2011

Cincuenta porqués

Nos preguntaron a cincuenta escritores por qué escribimos. Pregunta de la que cada cual se defendió a su manera. Algunos se lo tomaron a pecho, otros a broma, otros a ensayo. Mi respuesta fue: «Escribo porque de niño sentí que la escritura era una forma de curiosidad e ignorancia. Escribo porque la infancia es una actitud. Escribo porque no sé, y no sé por qué escribo. Escribo porque sólo así puedo pensar. Escribo porque la felicidad también es un lenguaje. Escribo porque el dolor agradece que lo nombren. Escribo porque la muerte es un argumento difícil de entender. Escribo porque me da miedo morirme sin escribir. Escribo porque quisiera ser quienes no seré, vivir lo que no vivo, recordar lo que no vi. Escribo porque, sin ficción, el tiempo nos oprime. Escribo porque la ficción multiplica la vida. Escribo porque las palabras fabrican tiempo, y tiempo nos queda poco». Gracias por compartir el tuyo leyendo.

6 de enero de 2011

Lapsus, ese avatar

Escucho un programa de radio sobre las películas más importantes de 2010. «Los avatares están creados», resume la voz del tráiler, «a partir de ADN humano mezclado con ADN de los indígenas». Esperemos que el etnocentrismo no sea un problema genético.

5 de enero de 2011

La mística del muro

París, barrio 13, rue Corvisart. Un grafiti en un muro: «La poesía es un deporte extremo». Lo firma una muchacha apodada Miss-Tic.

4 de enero de 2011

Deconstructing 2011

Veo el documental Derrida, que retrata al filósofo. La película empieza con la voz del propio Jacques Derrida diciendo: «Trato de distinguir entre futuro y porvenir. El futuro es lo que mañana, más tarde, el próximo siglo, tendrá lugar. Un futuro programado, predecible, en cierta forma agendado. El porvenir, en cambio, se refiere a algo que vendrá y que, mientras viene, no puede predecirse. Para mí ese es el verdadero futuro. Lo impredecible. Lo otro que llega sin que yo pueda ni siquiera esperarlo». Al escucharlo, pienso que nuestro mundo prepara, escruta y se desespera por su futuro, mientras el porvenir lo atropella por la espalda. Después de pronunciar esas palabras, el filósofo finge extraviar las llaves de su casa, sale a la calle calculadamente despeinado y hace como que olvida saludar al camarógrafo que lo sigue. El porvenir de nuestra imagen traiciona el programa de nuestra imagen futura. «Uno de los principales rasgos de la deconstrucción», replica Derrida, «consiste en no fingir que lo no natural es natural». Lo único natural es tener miedo del porvenir.

3 de enero de 2011

C'est l'argent, mes amis

En París, qué duda cabe, hay suburbios. Pero los barrios ricos de París no son simplemente ricos: son parisinos, lo que es mucho peor. En el barrio 16, los vecinos que pasean a sus perros desafían la lógica anatómica. Esto es, sujetan las correas manteniendo los brazos por detrás de la espalda. Sólo alguien del barrio 16 es capaz de ejecutar semejante escorzo sin sufrir lesiones dorsales. Tampoco los bares y cafés se conforman con ser tales: sus respectivos nombres los elevan hacia categorías epistemológicas superiores. En el Boulevard de Port Royal, una de las cervecerías más concurridas se llama L'Académie de la Bière. En una esquina de la Avenue des Gobelins, reluce el letrero de este café: Le Canon des Gobelins. No sé si dejar una propina o mi diploma de doctorado.

1 de enero de 2011

Cuarta planta

He aquí el amor: en la cuarta planta de algún lugar de París, frente a un patio interior, ella cierra los ojos y dice «Se oye el mar».

31 de diciembre de 2010

Propósito quieto

El año que viene me gustaría ser un viajero sedentario. Vivir las aventuras hipotéticas de quien, pudiendo desplazarse, mira por la ventana. Quedarse quieto no es lo mismo que estar inmóvil. En el ensayo Ir de viaje, del humanista andarín William Hazlitt, encuentro un maravilloso deseo: «Me gustaría pasar toda mi vida viajando fuera del país, ¡si en algún lugar pudiera tomar prestada otra vida para pasarla después en casa!». Nuestra casa es un lugar al que llegamos, no en el cual permanecemos.

30 de diciembre de 2010

Discrepo, luego apago

Cierra el canal CNN+ y el telespectador exigente (que, aunque parezca mentira, lo hay) mira el mando a distancia con perplejidad. Cuando la libertad de programación reduce la libertad de elección del espectador, es que algo va mal en nuestra democracia televisada. Escucho la entrevista de Gemma Nierga a Iñaki Gabilondo en el día de su despedida. Gabilondo habla del canal, del oficio periodístico y del brusco cambio de su imagen tras el atentado de 11-M. Ahora alguna gente lo insulta por la calle. «España», reflexiona, «es un país que no sabe discrepar». No sé si lo traicionamos dándole la razón.

29 de diciembre de 2010

Poeta en el país

Salgo por un tiempo de Granada, ciudad extranjera y propia. Me despido leyendo Mi pueblo y otros textos vegueros (Barril y Barral), recopilación de escritos que Lorca dedicó a su pueblo natal de la vega granadina. Revivo el temblor de la legendaria Alocución al pueblo de Fuente Vaqueros, compendio de las inquietudes humanistas y sociales del poeta. Cuesta creer que ese discurso fuera pronunciado hace 80 años: «No pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Ataco desde aquí violentamente a los que sólo hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales (…). Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. (…) Cuando Dostoievski, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en Siberia, tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua, pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras». Qué actual suena la vieja sensatez. Antes de despedirse, el poeta pronuncia: «Y un saludo a todos. A los vivos y a los muertos, ya que vivos y muertos componen un país». Lorca es este país mucho más que algunos vivos.

28 de diciembre de 2010

Innocence Day

[Estimad@s usuari@s:

les comunicamos que, tras las reiteradas filtraciones de Wikileaks, el Día de los Inocentes queda suspendido indefinidamente por falta de suscriptores.

Seguiremos informando. O no.]

27 de diciembre de 2010

Antes de que nos apaguen la luz

Eduardo Berti acaba de publicar Lo inolvidable, colección de cuentos que merece su título. Lo termino de una sentada: pero no rápida, sino fluida. Los libros intrascendentes se leen sin interrupción. Los libros inquietantes, sin tregua. Esa es la diferencia entre ligereza e intensidad. El final del libro de Berti retrata en simultáneo a sus propios lectores, nos sorprende haciendo exactamente lo mismo que estamos leyendo. En penumbra, unos amigos que se cuentan historias de fantasmas van apagando velas: una por relato. Justo después del último, el narrador se levanta para soplar la única vela que queda encendida. Entonces se oye un grito: «¡No la apagues, por favor!». Terminar un buen libro se parece a apagar la luz. Nos da placer y miedo llegar al final. Sus fantasmas iluminan la oscuridad que dejan.

26 de diciembre de 2010

Monarquía de la recepción

Un rey es un signo especular. Su significado no radica en su mensaje, sino en las lecturas que fuerza. Hace más de tres décadas que el discurso navideño de Juan Carlos I, prácticamente idéntico en cada emisión, es interpretado sin falta por todos los sectores políticos y mediáticos del país. Según sus intereses, cada exégeta cree apreciar diversos matices, sutiles inflexiones, insinuaciones ocultas en el insípido discurso. Pero todos quedan unidos por una misma base: la necesidad de acudir a la ceremonia del desciframiento. De entender algo, sin duda revelador, en las palabras del monarca. En este sentido, el discurso real es magistralmente irreal. Hipotético. Virtual. El discurso del rey no es lo que dice el rey. El rey no dice. Lo que dice es lo que interpretamos: ser sus intérpretes nos convierte en sus vasallos. Fieles. Año tras año. Pero, esta Nochebuena, basta: no sé de qué habló el rey. Ni idea. Nada. El signo se ha vaciado, viva el signo.

25 de diciembre de 2010

Feliz fealdad

Dice en alguna parte el poeta Gamoneda: «La belleza no es un lugar al que van a parar los cobardes». La belleza es valiente. Porque lo bello es siempre lo otro: lo feo que salvamos. Son bellas, por ejemplo, las estrías de tu cuerpo que cambia. Son bellos nuestros talones ásperos de tanto caminar. Son bellos esos pelos que crecen donde les da la gana. Son bellas las ronqueras, que todo lo pronuncian como despidiéndose. Son bellas las ciudades sucias, que brindan con basura por su tiempo. Eso somos. Alta, sublime basura. Felices fiestas. Feliz fealdad.

24 de diciembre de 2010

La liturgia

Mi madre murió en Navidad. Cada Navidad muero con ella. En cada Navidad mi madre renace.

23 de diciembre de 2010

Certeza esteparia

Vengo rastreando desde hace meses los poemas de Natalia Litvinova. En su blog propio, en su libro Esteparia (Ediciones del Dock), en otros blogs. Es joven y ancestral: no hagamos cuentas. Sus poemas tienen el misterio de la sencillez, que es lo contrario de la simpleza. En uno de ellos leo: «cuando no sé decir, dibujo./ si el árbol no se mueve en la hoja/ pronuncio su temblor». Litvinova es bielorrusa y argentina y perfectamente extranjera, igual que todo el mundo. No exhibe teorías, sólo temblores. No sabe dónde está, bendita ella. La única certeza que tiene es el talento.

21 de diciembre de 2010

All you need is Ono

The U.S. vs John Lennon muestra la implicación política de Lennon. Y la labor autoproselitista de Yoko Ono. Jamás he comprado la teoría de que ella provocó la ruptura de los Beatles: más bien pienso que él aprovechó una fecunda relación amorosa para catapultarse fuera de un mito universal que lo estaba asfixiando. Gracias a su influencia, Lennon evolucionó desde una pose de machito rockero a un feminismo creativo que estaba a la vanguardia de su tiempo. Pero Ono sí es responsable de sus propias simplificaciones conceptuales (donde Lennon nombraba conflictos, ella formula eslóganes) y, sobre todo, de los cortes históricos que inflige al legado de su difunto esposo. A cambio de autorizar la difusión de ciertas imágenes, Ono parece imponer silencios vergonzantes. El documental narra la vida de Lennon desde su llegada a Nueva York (1971) hasta la obtención de la residencia permanente, tras años de batallas judiciales (1976). Sin embargo, no hay ninguna alusión al largo período durante el cual convivió con May Pang –entre el 73 y el 75– y volvió a acercarse a sus antiguos compañeros. Para colmo, el final del documental desarticula el propio relato activista que pretendía exponer, derivando en una almibarada fábula familiar. Algún día conoceremos la historia íntegra de esos años. «¿Guardas rencor?», le preguntan a Lennon al salir del juzgado. «El tiempo», bromea él, «hiere todas las curaciones».

20 de diciembre de 2010

All you need is Nixon

Acaban de cumplirse 30 años del asesinato de Lennon y, como ritual beatlemaníaco, me siento a ver The U.S. vs. John Lennon. El documental indaga en las ideas políticas de Lennon, su activismo con lucidez publicitaria y sus comprometedoras amistades en la izquierda radical, incluidos los Panteras Negras. Paralelamente a este retrato individual (como en el extraordinario documental Inside Deep Throat), se destapan las censuras y persecuciones del gobierno de Nixon. En los extras hay una comparativa entre Nixon y Bush, entre el clima del país durante la guerra de Vietnam y tras el 11-S. Generalizando su enfoque, el documental podría titularse Seguridad vs. Individuo. El material audiovisual no tiene desperdicio. Me quedo con la foto de una manifestación donde se ve a una chica, con gafas psicodélicas y pin pacifista, sosteniendo una pancarta: «PROTEST IS PATRIOTIC». No me sorprendería que alguna empresa nixoniana hubiera fabricado el merchandising.

18 de diciembre de 2010

Buenos días, invierno

Nieva en París, en Londres, en Nueva York. Diluvia en España, donde el sol está en huelga. Al norte del mundo las camas se hielan. A los desempleados la sangre les hierve.

15 de diciembre de 2010

Date prisa

Algunos se asombran de que vivamos con tanta prisa. A mí me asombra que les parezca extraño. Vamos a desaparecer bastante pronto: no tenemos tiempo que perder. Y, por desgracia, tampoco que ganar. Carlos Pardo pregunta en algún verso: «¿Cómo recuperar mi tiempo y malgastarlo?». Esa, modestamente, sería la inmortalidad.

13 de diciembre de 2010

Saludando a Morente

Al maestro Morente le gustaba ir, entre otros, al bar Candela, en el barrio del Realejo. Pasé varios años en ese precioso barrio granadino, donde fui feliz casi siempre. Como tantos vecinos, a menudo tenía la ocasión de cruzarme con Morente e intercambiar saludos. Uno ponía la admiración y él, la sonrisa tímida. Cuanto más estrecho y feo fuese el bar, más a gusto parecía. A veces me quedaba mirándolo y tenía la impresión de que, en lugar de llevársela a los labios, iba a ponerse a cantarle a su copa. Otras veces pasaba en un coche destartalado, que conducía con toda clase de síncopas. Una tarde estuve a punto de ser atropellado por él frente a la puerta de Correos. Cuando me volví para increpar al conductor, vi que era Morente y acabé saludándolo. Él levantó una mano, sin apartar la vista de su canción rodante. Escucharlo en acción era soñar la historia del flamenco entera, desde la raíz hasta la vanguardia. No es justo hablar de él en pretérito. Más apropiado sería cantar de él en futuro.

12 de diciembre de 2010

Dopaje social

Sigo con interés -y poca sorpresa- la Operación Galgo. Imagino que el caso se cerrará en cuanto condenen a varios atletas, un par de entrenadores y algún médico. El resto de la cadena quedará intacto. Y no me refiero sólo a los jefes federativos. Ni a los responsables de subvencionar a los atletas. Me refiero a nosotros. A nuestra sociedad de consumidores de gloria. De espectadores adictos a los triunfos épicos. De yonquis de medallas que supuestamente nos representan. Como sugiere Isaac Rosa en su columna, existe una relación ética entre la burbuja inmobiliaria y la hinchazón deportiva. La compulsión dopante también es del público que cuenta los récords, que los exige. La prensa se ha convertido en una máquina de vender y triturar estadísticas. Todos, con los medios a la cabeza, sobrevaloramos la ejemplaridad social del deporte y endiosamos a sus triunfadores. ¿Por qué va a ser ejemplar vivir para competir, para derrotar a los demás? A ver cuándo les hacemos un homenaje a los que quedan cuartos y se van en silencio. Eso sí que sería amor por el deporte.

11 de diciembre de 2010

El demasiado mundo

Quienes dicen que el mundo es un pañuelo no se han sonado nunca la nariz. O la tienen más grande que Pinocho. El mundo es inabarcable y nosotros, diminutos. Tener el mundo a golpe de pantalla no lo reduce en absoluto: lo amplía. Ves cómo cada cosa se descompone en millones. Ves cómo tú no puedes ser millones. Somos nosotros, no las ventanas, los minimizados. Le cambiaría a Bloom la ansiedad de la influencia, que no deja de ser amable y prestigiosa, por la ansiedad de la información, que se ha vuelto hostil y frustrante. En el poemario Alicia volátil, Sofía Rhei se desdobla en decenas de posibles Alicias que nunca serán suficientes. En uno de sus poemas, leo: «Reducida a elegir,/ soy testigo de mis propios crímenes,/ de las mutilaciones de todo lo que no tuvo la oportunidad./ Sólo en la duda lo infinito sigue siendo posible». La preciosa edición, publicada por Cangrejo Pistolero, incluye unas gafas para leer en 3-D. La cuarta dimensión es la ansiedad de que tú leas lo que yo leo.

10 de diciembre de 2010

Piropo

Sí. Me gustan las mujeres que podrían ser feas.