Algunos se asombran de que vivamos con tanta prisa. A mí me asombra que les parezca extraño. Vamos a desaparecer bastante pronto: no tenemos tiempo que perder. Y, por desgracia, tampoco que ganar. Carlos Pardo pregunta en algún verso: «¿Cómo recuperar mi tiempo y malgastarlo?». Esa, modestamente, sería la inmortalidad.