Hoy no me he movido del hotel en todo el día. He mirado por la ventana, que da a otras ventanas. He escuchado los movimientos de la vida ajena a lo largo del pasillo. He espiado al servicio de limpieza. He bajado y subido en ascensor. He comido en el bar de la primera planta. He hablado en inglés con ucranianos, serbios y polacos. He hablado en inglés con una mexicana, sin saber que lo era. He hecho muchas preguntas en la recepción, como si estuviera a punto de salir a la calle. He leído periódicos. He regresado varias veces a mi cuarto. Me acuesto con la sensación de haber viajado lejos. Me encanta Londres. No sé cómo será.