Llevo días contemplando una iglesia parisina sin saber por qué. Por devoción, no creo. Hoy me decido a rodear sus muros y encuentro una placa que cuenta su historia.
Esta preciosa iglesia es la de San Medardo. Nombre que me recuerda a un gran cuentista español:
Medardo Fraile. Curiosamente, el autor tiene apellido de clérigo. Leo la placa como si fuera un cuento. Durante el primer tercio del siglo 18, alrededor de estos muros se agolpaban peregrinos, apestados, predicadores e hipnotizadores. Poco antes de que las autoridades prohibieran semejantes reuniones, alguien dejó escrita una cuarteta rimada: «De par le Roi,/ défense à Dieu/ de faire miracle/ en ce lieu». En otras palabras:
De parte del Rey,
prohibido a Dios
hacer milagros
en este rincón.