Que es un neoliberal, un esto y un lo otro ya lo sabemos, ya lo hemos oído. Que sí, que sí. Pero a su modo, por raro que parezca, Vargas Llosa es también un inadaptado. Nunca contenta a nadie. Demasiado laico y reflexivo para la derecha. Demasiado conservador y oligárquico para la izquierda. Acaso su auténtico lugar político sea la incomodidad. Cierto inconformismo ante las posturas ortodoxas. Eso mantiene, al menos, de su formación en el pensamiento crítico. No parece poco. Y parece acaso más útil que hablar siempre para tu público, posando frente a quienes te idolatran por decir justo lo que estás diciendo.