De paso por Italia miro las noticias en la televisión, comparo titulares en los diarios. Y lo único que veo es a Berlusconi rodeado de escotes. El rey sol y sus tetas orbitando. Esta vez le toca el turno a la despampanante e irrelevante Manuela Arcuri, presunta modelo. Manuela declara en todas partes que ella no, que las putas eran otras. En los medios nacionales no se habla de otra cosa: los recortes sociales son menos fotogénicos. El mayor daño de Berlusconi (pero también su mayor conquista) ha sido transformar el debate ideológico en prensa rosa. No simplemente frivolizar la política sino desviar sus ejes, desterrarla de su ámbito. Así es mucho más fácil delinquir. Gobernar, ya no digamos.