23 de febrero de 2015
Yo quiero fracasar con este tipo
Cuando conocí a Juan Casamayor y me contó su inverosímil proyecto editorial, que consistía en publicar exclusivamente narrativa breve y ensayo literario, de inmediato pensé: yo quiero fracasar con este tipo. Él aún no tenía barba, pero ya tenía el don de convencerte de que a veces soñar es razonable. Me invitó a comer en un restaurante de su barrio. Casamayor masticaba lento y digería rápido: buena señal literaria. Hablamos sin descanso. Hicimos planes insensatos que, para mi sorpresa, fueron cumpliéndose uno por uno. Incluyendo una quimérica antología del cuento actual en castellano, repartida en cinco poblados volúmenes. Desde aquellos inicios hasta hoy han transcurrido quince años. Quince años tan ágiles e intensos como una historia bien contada. Por entonces Páginas de Espuma apenas había publicado a unos pocos autores y sus libros circulaban de manera limitada. Hoy su catálogo alberga a muchos de los mejores cuentistas en nuestra lengua –de México a Argentina, pasando por la irreductible calle Madera de Madrid– y sus libros hormiguean a lo largo de todo el continente americano. Si consideramos además que nuestro hombre es bajito y sus miras son muy altas, se impone una conclusión irrefutable: Casamayor es el editor con más cuento por centímetro cuadrado. Pero él jamás ha espumeado solo. Encarnación Molina ha compartido con él cada esfuerzo, haciendo magia literalmente desde el principio: el propio nombre de la editorial fue idea suya. A estos dos queridos personajes de novela (con perdón) los acompañarán siempre los locos que aman la lengua del cuento.