21 de enero de 2015

Escucha bifurcada (y 2)

Creo que la escritura procede, en buena medida, de una perplejidad ante la lengua materna. Es como si mi oreja derecha escuchase un lugar del idioma, la oreja izquierda otro y mi boca tratase de conciliar las percepciones de ambas. Al principio de mi escolarización en España, este ejercicio me demandaba un esfuerzo considerable. Pero, al cabo de algún tiempo, empezó a convertirse en un mecanismo espontáneo e incluso involuntario. Hoy ya no soy capaz de pensar en castellano sin sospechar de mi propio léxico, sin someter simultáneamente todo lo que digo a una escucha bifurcada.