En los festivales literarios es posible observar toda clase de especímenes. Proliferan el autor misántropo, el autor estrella, el autor adicto, el autor coctelero, el autor fóbico. De visita en la localidad brasileña de Paraty, durante el FLIP, he tenido la interesante ocasión de censar a James Ellroy, el autor de L.A. Confidential. Un amigo periodista me cuenta que, justo antes de entrevistarlo, un tambaleante Ellroy le advirtió educadamente: «Debo informarle que estoy bebido». Al finalizar la entrevista, mi amigo le pidió una dedicatoria. El autor escribió: «Tenga miedo de este libro».