La juventud actual, decían con un dedo en alto, es apática, apolítica, acomodada. La juventud actual, nos insistían sin deponer el dedo, es autista, egoísta, perezosa. La juventud, en suma, estaba muerta. Pero de pronto esto, y esto otro, y mil etcéteras en forma de movilización. Y los enterradores empiezan a preocuparse. Ciertos resucitados molestan más que los muertos.