Esta es la puerta de mi memoria. Del edificio donde pasé mi infancia. Avenida Independencia. Número 331. Esta es la puerta que ya no cruzo, el picaporte que no me gira, el umbral al que sólo se regresa de espaldas. Mirarlo encoge. Traspasarlo envejece. Si ahora toco el timbre, no reconoceré la voz que me responda. Pudiera ser la mía.