16 de febrero de 2018

Fractura, 4 (Mariela)


Si lo pensás, la primera imagen de la bomba atómica que te viene a la cabeza no son sus víctimas. Es el hongo. Ves antes la explosión que todos sus muertos. ¿No es el colmo de la desaparición? Por eso mismo los supervivientes, se diesen cuenta o no, ya eran rebeldes. No les hacía falta ningún comportamiento heroico. Su simple existencia era contestataria, porque no estaban previstos. En eso consistía para mí lo político de Yoshie. Él militaba porque estaba vivo.


[de la nueva novela Fractura (Alfaguara). Más información, aquí.]